domingo, 19 de julio de 2009

...Para el Verdadero Amor de mi vida...


SU SONRISA BORRA TODAS MIS HERIDAS, LAS FISICAS Y LAS DEL ALMA

Corre por ahí durante el día, descansa en la noche, y con su gracia y la inocencia en su mirada altera el ritmo cardíaco del más mortal de los mortales.
Su risa no vale dinero; sus caricias son tan sinceras que tu cuenta corriente se vuelve inexistente y cuando duerme, el cielo abre sus puertas para dejar escapar a sus ángeles guardianes.

No espera nada. Sólo poder tomar mi mano y caminar juntos sin importar el lugar, o un abrazo de Oso, o dormir en mi hombro o abrazándome. No pide, ni exige, ni aguarda un regalo para acallar errores.
Dibuja por el mero placer de hacer en papel lo que su mente crea. Su libertad es tan sagrada que pienso, que de existir, hasta Cristo jugó con él.

Sus huellas en la playa me guían en días apocalípticos. El recuerdo en mi mente de su mirada me ayuda a resistir el dolor. Y cuando me toca el hombro y me dice al oído, las palabras MÁGICAS: TE AMO MAMÁ...TE NECESITO…TE VAS A CURAR…

Con sólo pronunciar algunas de esas frases, formadas por tan sólo dos o tres palabras en conjunción...el milagro se realiza: el dolor calma, la esperanza renace y me atrevo a seguir soñando... ¡Que todavía queda tiempo suficiente para disfrutar un mundo junto a él, para verlo crecer y convertirse en un hombre de bien!

DEDICADO A MI HIJO NICOLÁS GABRIEL QUE CON SÓLO 9 AÑOS HA VISTO DEMASIADO DOLOR EN MÍ...Y SIN EMBARGO ME SIGUE REGALANDO SU SONRISA Y DE SU MANO MÁS DE UNA VEZ HE LOGRADO LEVANTARME Y SEGUIR ANDANDO...


Simplemente Sucy

lunes, 6 de julio de 2009

EL TIEMPO QUE NO SE SI TENGO PARA COMPARTIR A TU LADO


Siempre escribo en general sobre la vida, mis experiencias, mis tesoros más queridos (mi hijo Nico que les presento en la foto de la derecha y mis amigos del alma), hoy sin embargo, decidí escribirle a MI CORAZÓN, porque después de algún tiempo, volví a sentirlo vibrar de algún modo muy especial...

“Fue un instante, un segundo...Sentí como mi alma se evaporaba hacia otro destino, donde ya sus ojos no estaban. Mi piel sintió el perfume de su “eterna ausencia”. No me reconocí al saberme vencida, no era yo aquella mujer que peleaba sin tregua, que pintaba de rosa lo que es negro, que veía mariposas en su cielo, que soñó con vivir entre las Hadas y que en el mar se sintió alguna vez como “sirena”…

El día que mis ojos descubrieron el sonido incomparable de su mirada, yo presentía que llegaría el dolor, y sin importarme nada, seguí adelante, intentando, soñando nuevamente…
Nunca nadie creyó que mi felicidad, crecía cada vez que escuchaba mi nombre saliendo de sus labios.

Quizás él tampoco confió en mi alegría... quizás nunca supo, que yo reiría eternamente si me miraba... solo si me miraba…con los ojos del alma…y se atrevía a quedarse conmigo a mi lado un rato más… Recuerdo cada sensación que sus manos despertaron en mi sangre, pero lo que yo nunca imaginé, es que mi corazón se quedó a vivir en él

Siempre pensé, si en mi vida estaba escrito encontrarlo, o fui yo simplemente que quise cambiar el destino…

Hoy me vuelvo a cuestionar ¿Por qué cuando uno quiere no se le puede querer con la misma intensidad? No lo se y tal vez no lo sabré jamás, lo único que puedo asegurar: Es que hoy, precisamente hoy, será un día triste, largo y doloroso en mi vida... sin embargo lo más hermoso es que siempre le voy a querer, porque es parte de mi vida...esté donde esté y yo me valla donde deba ir…

Y si pudiese romper las barreras para llegar a él, ahora que tanta falta me hace y siento que lo voy perdiendo, cada día un poco más, aunque mi mente me aconseja frialdad, lo haría sin dudar porque lo busqué en cada latido de mi débil corazón y no tengo a nadie a quien decírselo hoy, porque en su presencia solo está mi recuerdo y el azúcar de sus labios en mis pensamientos...

Pero lo necesito, y aunque parezca extraño cada vez son más fuertes mis sensaciones (porque todavía no siento lo que siempre me decía, cuando hablamos de mi corazón: "esto también pasará")...

Ahora tengo miedo de quererlo como ayer, como antes…y es contradictorio a la vez porque no se ni como explicarle, pero no quiero perderlo si es que en algún “momento lo tuve de verdad”, y no quiero perderlo sea cual sea la forma que él sienta de estar a mi lado, acepto las condiciones, porque el vacío es inmenso y el frío de mi alma lleva gravado su nombre...

Uff...¿triste pensarán algunos?, ¿de qué habla se preguntarán otros?...pero sin embargo hay muchos de los que me conocen, que no necesitan saber nada...

Sólo que a veces necesitamos que por una vez en la vida, este mundo juegue a nuestro favor y que la felicidad no sea nada más que un instante sublime pero pasajero, sino algo más duradero que te permita pensar que tal vez, solo tal vez, al doblar una esquina, un día cualquiera...nos volvamos a encontrar con ella frente a frente, sabiendo que se quedará a nuestro lado por el resto de nuestra corta eternidad...

Simplemente Sucy

sábado, 4 de julio de 2009

Viví aprendiendo a vivir


A los 9 años aprendí que mi maestra solo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta. A los 10 aprendí que era posible enamorarse de 4 chicos al mismo tiempo. A los 12 aprendí que no tenía un hermano mayor para descargar mis frustaciones, y terminé descargandólas en mi Padre. A los 17 años aprendí la decepción que se siente cuando tu mejor amiga, tu hermana del corazón, tu alma gemela deja de hablarte y saludarte porque su novio se lo pidió. A los 19 aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños. A los 22 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada. A los 24 aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te va a hacer doler la cabeza la vida entera. A los 27 aprendí que no se cometen "muchos errores con la boca cerrada". A los 29 aprendí que si estas llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos. A los 30 aprendí el dolor profundo e inolvidable que significa haber perdido a mi primer hija (la estrella que ilumina mi cielo cuando la oscuridad no me permite seguir: Layla Carolina). A los 31 aprendí la felicidad inigualable de tener a mi hijo (Nico) en brazos por primera vez. A los 32 aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se puede confiar demasiado en él. A los 33 aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea (porque no sabes si vas a despertar al otro día). A los 34 aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado. A los 37 aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden. A los 39 aprendí que AME MENOS DE LO QUE HUBIERA DEBIDO. A los 40 aprendí que no puedo cambiar LO QUE PASO, PERO PUEDO DEJARLO ATRÁS. A los 42 aprendí que envejecer es importante. A los 43 aprendí que todavía TENGO MUCHO POR APRENDER...Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, por ejemplo que la PAZ INTERIOR no se logra si no se está dispuesto a PERDONAR, la importancia de la familia y de los AMIGOS, de la gente SIMPLE, de la vida misma. Aprendí a aceptar mis limitaciones y a tratar de CONVIVIR CON ELLAS. No tiene importancia hasta que EDAD VIVAMOS, lo importante,creo HOY, es SENTIR que NO LO HEMOS HECHO EN VANO... Espero haber dejado huellas...marcas en quienes he conocido, en quienes he amado y amo todavía...
Espero y deseo HOY más que NUNCA que la Vida me de una nueva Oportunidad para seguir APRENDIENDO A VIVIR...