SU SONRISA BORRA TODAS MIS HERIDAS, LAS FISICAS Y LAS DEL ALMA
Corre por ahí durante el día, descansa en la noche, y con su gracia y la inocencia en su mirada altera el ritmo cardíaco del más mortal de los mortales.
Su risa no vale dinero; sus caricias son tan sinceras que tu cuenta corriente se vuelve inexistente y cuando duerme, el cielo abre sus puertas para dejar escapar a sus ángeles guardianes.
No espera nada. Sólo poder tomar mi mano y caminar juntos sin importar el lugar, o un abrazo de Oso, o dormir en mi hombro o abrazándome. No pide, ni exige, ni aguarda un regalo para acallar errores.
Dibuja por el mero placer de hacer en papel lo que su mente crea. Su libertad es tan sagrada que pienso, que de existir, hasta Cristo jugó con él.
Sus huellas en la playa me guían en días apocalípticos. El recuerdo en mi mente de su mirada me ayuda a resistir el dolor. Y cuando me toca el hombro y me dice al oído, las palabras MÁGICAS: TE AMO MAMÁ...TE NECESITO…TE VAS A CURAR…
Con sólo pronunciar algunas de esas frases, formadas por tan sólo dos o tres palabras en conjunción...el milagro se realiza: el dolor calma, la esperanza renace y me atrevo a seguir soñando... ¡Que todavía queda tiempo suficiente para disfrutar un mundo junto a él, para verlo crecer y convertirse en un hombre de bien!
DEDICADO A MI HIJO NICOLÁS GABRIEL QUE CON SÓLO 9 AÑOS HA VISTO DEMASIADO DOLOR EN MÍ...Y SIN EMBARGO ME SIGUE REGALANDO SU SONRISA Y DE SU MANO MÁS DE UNA VEZ HE LOGRADO LEVANTARME Y SEGUIR ANDANDO...